Profe. Socorro le envio mi comentario: PROF.SOCORRO La escuela y la igualdad: renovar la apuesta Inés Dussel - Myriam Southwell La igualdad es un concepto querido por los educadores. La escuela que conocemos se organizó como un medio de distribuir conocimientos a todos, y de producir una cultura común que garantizara la inclusión en una sociedad integrada. Por ejemplo, las instituciones educativas que diseñó la Revolución Francesa (una de las primeras experiencias históricas modernas que se plantea la formación de una sociedad igualitaria) se llamaban casas de igualdad, y en ellas los niños debían acceder al mismo vestuario, la misma alimentación, la misma instrucción y el mismo cuidado. La idea de "escuela pública" como un espacio común que proponía una igualdad en el trato a cada uno de los alumnos y alumnas, colocaba al sistema educativo en línea directa con la formación de la ciudadanía y de la vida republicana.
La noción de igualdad moderna se planteó superar un sistema de castas y jerarquías que establecía distintos derechos y posibilidades para los distintos rangos sociales. El establecimiento de la igualdad ante la ley, si bien todavía hoy dista de ser una realidad efectiva, fue un paso importante para instituir una sociedad basada en principios igualitarios: todos los seres humanos nacen iguales y tienen iguales derechos. Que eso no era así ni siquiera entre los sectores más privilegiados de la sociedad, lo muestra la historia de Mariquita Sánchez de Thompson. Esta mujer valiente tuvo que pedirle al Virrey Sobremonte, en 1804, que intercediera ante su madre para poder casarse con su primo Martín Thompson, en una apelación a la autoridad masculina -exterior a la familia- frente a lo que consideraba una vulneración de sus "justos y honestos deseos" por parte de su madre.(1) Las mujeres, en ese entonces, no eran consideradas iguales a los hombres; sus destinos eran decididos por sus padres o maridos, o por los adultos a cargo de la familia. Tampoco eran iguales los mulatos, los indígenas o las "castas raciales", como se las llamaba entonces. La afirmación de la igualdad como principio constitutivo de la sociedad es uno de los principios de las repúblicas modernas, un principio que no siempre se ha cumplido pero que actúa como horizonte orientador de las prácticas, y como un sentido de lo que es una "vida buena" para todos.
Aunque esta noción de igualdad se fue naturalizando en nuestras lógicas de pensar y de hacer, resulta necesario recordar que la igualdad no fue ni es un concepto unívoco; dicho en términos más precisos, se trata de un concepto con gran densidad semántica. Podemos encontrar dentro de él las implicancias de la igualdad ante la ley, la prohibición en pos de la igualdad, la igualdad como derecho, la igualdad como imposición, la igualdad como punto de llegada o de partida, las experiencias históricas concretas de construir la igualdad, entre otros. ¿Cuál fue nuestra experiencia con la igualdad en la escuela? ¿Cómo podemos pensar hoy en formas más complejas de la igualdad? Quisiéramos, a continuación, empezar a responder estas preguntas, convencidas de que la igualdad sigue siendo un valor fundamental para una sociedad más justa y más plena.
La escuela sarmientina: igualar es lo mismo que homogeneizar
Recordar que la igualdad no es un concepto unívoco resulta útil para pensar la forma en que procesamos esta voluntad de igualar desde el sistema educativo. En la Argentina, la propuesta de Sarmiento y de otros miembros de su generación implicó algo similar: la imagen de ricos y pobres en el mismo banco de escuela y recibiendo la misma educación, fue motivo de orgullo para muchas generaciones. En el caso de la generación del ochenta, la propuesta fue más suavizar las desigualdades que construir una igualdad: "El amplio edificio de elegantes formas y detalles a que asiste el niño pobre como el rico, no solo tiene la ventaja de suavizar las diferencias de las clases sociales por el roce frecuente y la común educación, sino que es también una condición de nuestra democracia que necesita del molde común de la escuela, para formar la sociedad homogénea que, a la vez, haga posible el régimen representativo de gobierno, evite las catástrofes que la diversa educación y condición social han engendrado en todos los tiempos y en todas las partes del mundo" (Memorias del Consejo Nacional de Educación, 1887, XLIV). Pero más allá de las proclamas, la escuela fue un medio importantísimo para conformar una ciudadanía letrada que se sintió parte de una comunidad inclusiva.
Sin lugar a dudas, la pretensión igualadora puso a la escuela dentro de un canon de tradición democrática, aunque también le dio las armas para excluir o derribar todo aquello que sus parámetros ubicaban por fuera de la igualación. Porque la igualación -a la vez que generaba corrimientos para igualar- construía parámetros acerca de lo deseable y lo correcto. La igualdad se volvió equivalente a la homogeneidad, a la inclusión indistinta en una identidad común, que garantizaría la libertad y la prosperidad general. No solo se buscaba equiparar y nivelar a todos los ciudadanos, sino también se buscó, muchas veces, que todos se condujeran de la misma manera, hablaran el mismo lenguaje, tuvieran los mismos héroes y aprendieran las mismas, idénticas, cosas. Esta forma de escolaridad fue considerada un terreno "neutro", "universal", que abrazaría por igual a todos los habitantes. El problema radicó en que quienes persistían en afirmar su diversidad fueron muchas veces percibidos como un peligro para esta identidad colectiva, o como sujetos inferiores que aún no habían alcanzado el mismo grado de civilización. Eso sucedió con las culturas indígenas, los gauchos, los pobres, los inmigrantes recién llegados, los discapacitados, los de religiones minoritarias, y con muchos otros grupos de hombres y mujeres que debieron o bien resignarse a ser incluidos de esta manera, o bien pelear por sostener sus valores y tradiciones a costa de ser considerados menos valiosos o probos.
En ese gesto de volver equivalentes la igualdad y la homogeneidad, la escuela hizo muchas cosas: fusionó las nociones de cultura, nación, futuro, territorio en torno a la idea de nosotros, de algo en común; siempre y cuando se adhiriera a los valores que ella consagraba. Si este "en común" no existía, debía construirlo; aunque esa construcción no estaba exenta de jerarquías y exclusiones.
El desplazamiento de la igualdad a la diversidad
Este consenso sobre la necesidad de pedagogías homogeneizantes como la vía hacia la igualdad comenzó a quebrarse en la posdictadura, cuando se hicieron más visibles las marcas autoritarias de esta forma escolar. A partir de 1983, surgieron propuestas democratizadoras y participativas que plantearon con fuerza la necesidad de regímenes de convivencia más tolerantes en las escuelas. Con el apoyo de las psicologías constructivistas, también se empezó a valorar al sujeto de aprendizaje como protagonista activo de la enseñanza.
La década de los '90 evidencia una impugnación más fuerte de la tradición sarmientina, esta vez unificando proclamas participativas y antiburocráticas con los nuevos discursos sobre la eficiencia de los administradores y el ajuste fiscal. Desde mediados de los '90, muchas de las políticas educativas se han ejecutado con la premisa de atender a la diversidad, partiendo del supuesto de que es necesario realizar una desigualación provisoria o un trato diferenciado, para lograr más tarde una igualdad en el punto de llegada. El problema no es, a nuestro entender, que se hayan focalizado las prestaciones, una medida muchas veces necesaria en un contexto combinamos lo común y lo diverso en situaciones cotidianas que parecen echar por tierra cualquier perspectiva de igualdad?
Igualdad, diversidad y fracaso escolar
Uno de los ámbitos en que se manifiestan estas tensiones es en la cuestión del fracaso escolar. El mirar lo que aprenden los chicos, desde una u otra óptica determina pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes, y por lo tanto en el futuro que se les augura. Entrar en esta dimensión nos pone frente a la pregunta acerca de los alcances y los límites de nuestra acción educativa, así como acerca del impacto en el fracaso escolar. Esta pregunta se hace más aguda en la medida en que se endurecen las condiciones económicas y sociales de niños y jóvenes; las situaciones críticas y desgarradoras que encontramos dan paso, a veces, a que se consolide la presunción sobre la imposibilidad de una buena experiencia educativa. En estos contextos, muchas veces la denominación de diverso es una antesala a cuestionar la capacidad (y el derecho) de ser educado de ciertos niños, y a la ponderación de las diferencias como deficiencias o déficits. En esa conceptualización, una diferencia es significada como un retraso no deseable. Se instala una sospecha que se ubica entre la capacidad del alumno de ser educado o se desplaza hacia los familiares como contexto que "incapacita". Frases como "qué querés que hagamos, con la familia de donde viene" o "de esta gente no se puede esperar mucho" señalan que se expandió un cierto determinismo sociológico que cree que es poco lo que la escuela puede hacer en un contexto tan marcado por la desigualdad. Parecen decir que aquellos nunca llegarán a ser tan iguales como estos: la diversidad es sinónimo de desigualdad.
Frente a eso, hay otros que se inclinan por una visión más idealizada de la pobreza que a veces se mimetiza con "lo que hay" y que, sin quererlo, recae en una propuesta voluntarista de ir a reparar injusticias más allá del límite de lo posible; porque, digámoslo, en la Argentina de hoy, con tanto desamparo, a cualquiera esa tarea le queda grande. En algunos partidos del conurbano bonaerense ya se habla de los "docentes quemados": son quienes apostaron durante años a trabajar en escuelas en sectores urbano-marginales y terminaron agotados, frustrados y desalentados. ¿Cómo protegerlos, y proteger las experiencias interesantes y productivas que se hacen en miles de escuelas que incluyen, educan y asisten a miles de chicos en condiciones durísimas? Quizás una manera es recuperar la especificidad de la escuela, algunos límites sobre lo que puede hacer; y discutir más y mejor el cómo lo hace, y cómo organiza y reparte las otras tareas vinculadas al bienestar de los alumnos.
La igualdad como punto de partida: condiciones para la escuela
Para no caer en la culpabilización de los niños y/o de las familias, ni en el voluntarismo excesivo de la escuela, es conveniente volver a plantearse el problema en términos de la diversidad, en tensión con la igualdad. Entendemos que la capacidad del otro que está siendo educado se pone en juego en la relación educativa misma, no previamente en el sujeto de aprendizaje; es decir, esa capacidad es el resultado de una construcción en el marco de una relación pedagógica, que posee una historicidad y decisiones que la estructuran. Así, los desempeños subjetivos, aun cuando se expresen en un desempeño individual, constituyen el remate de un desarrollo que es cultural y singular, propio de cada uno. Esto es, el despliegue de las condiciones para el éxito o el fracaso no son una propiedad exclusiva de los sujetos sino, en todo caso, un efecto de la relación de las características subjetivas y su historia de desarrollo, junto con las propiedades de la situación que permite que ellas se desplieguen. Que haya sujetos que pueden educarse depende de lo que hagamos con ellos en la escuela, no solo lo que haga la familia o la sociedad: depende de cómo los recibamos y los alojemos en una institución que los considere iguales, con iguales derechos a ser educados y a aprender. Lo cual no quiere decir abolir la asimetría de la relación pedagógica: tiene que haber un docente con una voluntad y un deseo y un saber que transmitir. Pero esa transmisión debe pensarse como un acto de institución de la igualdad, actual, efectiva, y no como la promesa de que alguna vez aquel que tenemos enfrente se convertirá en un igual.
Pensar a los niños y adolescentes desde un lugar de iguales no significa considerarlos iguales porque están inmersos en la misma intemperie que a veces sentimos nos horizontaliza en el desamparo y la desprotección, sino porque tienen un lugar de pares en esa sociedad más justa que queremos. Es considerarlos tan iguales que creemos que vale la pena prepararlos para esa tarea de renovar el mundo en común, que es propia de cada generación, como alguna vez lo definió la filósofa Hannah Arendt; es darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas para que puedan proceder a esa renovación; y también es protegerlos en ese tiempo de preparación. Es hacer lugar a los padecimientos que atraviesan, ayudar a procesarlos intelectual y afectivamente, y también establecer puentes con otras instituciones sociales que fortalezcan esa protección. Considerarlos iguales es no renunciar a enseñar; es enseñar mejor, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios y de culturas diferentes; es confiar en que ellos pueden pero que solos -sin nuestra enseñanza y nuestro deseo de que "sean alguien en la vida"- no pueden. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda.
(1) Véase Sánchez de Thompson, Mariquita (2003), Intimidad y política. Diario, cartas y recuerdos, edición a cargo de M. Gabriela Mizraje, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editores, pág. 325-326. (2) Sarlo, Beatriz, Tiempo presente. Notas sobre el cambio de una cultura. Ed.Siglo XXI. Editores Argentina S.A., Buenos Aires, 2001.
Consignas sugeridas para realizar la lectura
¿Qué reflexiones les produce el artículo? Me produce sensaciones positivas y estimulantes, me hace acordar a las primeras semanas que trabajé en una institución para discapacitados mentales, al principio traté de comprender y conectarme afectivamente con los chicos, con la carga emotiva de la pena, de la resignación y del techo al que se podía aspirar, considerando sus deficiencias y sus situaciones particulares (abandono, pobreza, aislamiento, falta de afecto). Con el tiempo fui acercándome a algunas docentes emprendedoras, pujantes, apasionadas y sobre todo con humor, que lograban de los jóvenes trabajos notables, con esfuerzo y dedicación, poniendo el alma en cada clase. Allí comenzaron mis mayores logros, cuando entendí y me convencí que podían integrarse al trabajo, más allá de su penosa historia y exigía lo máximo posible de ellos, sin lástima, con rigor y empuje, con pasión, con humor. Creo que por allí está la salida, en la exigencia, en el trabajo y en el convencimiento de que el mundo es para todos, y que nada se obtiene sin esfuerzo ¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar? Al analizar los alcances y límites de la acción educativa y del impacto en el fracaso escolar la denominación de diverso cuestiona la capacidad de ser educado de ciertos niños, y toma las diferencias como deficiencias o déficits.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar Con igualar nos referimos a que todos tengan las mismas oportunidades de ser educados manteniendo su identidad de pensamiento, su pertenencia histórica, su acervo cultural. Cuando referimos a homogeneizar estamos anulando esas identidades, esas personalidades. La riqueza cultural se logra mediante la apertura , la empatía, la consideración, la tolerancia, solo así lograremos conservar íntegros nuestra cultura, nuestra historia, nuestros rasgos distintivos, nuestra identidad.
Atte.
Ing. Agr. Juan Carlos Lujan
Carlos Fernando Lamas -1ero 1era -
Reenvio del trabajo virtual enviado originalmente el 13/11/09 El artìculo es una visiòn cronològica de la evoluciòn del concepto Igualdad en la estructura Educativa, desde su concepciòn en la Revoluciòn Francesa,donde la escuela, era el espacio comùn con igualdad de trato, vestuario, alimentacion, instruccion, y cuidado,formadora de ciudadanos con inclusion asegurada en una sociedad integrada y republicana. Luego el concepto adquiere una gran densidad semantica, punto de partida o llegada del hecho educativo, derecho o imposicion ante la ley apuntando a una sociedad justa y plena. Ya en la Escuela Sarmentina, se transforma en Homogeneidad, se entrmezclan ricos y pobres paras recibir una misma educacion.Asi en la generacion del '80, el modelo de escuela alimenta una sociedad homogenea en un regimen representativo de gobierno y asi una inclusion indistinta tras una identidad comùn garante de libertad y prosperidad general. Se manifiestan una diversidad de culturas, pensamientos etc. que ponen en peligro esta homogeneizacion, a lo cual reacciona fusionando y neutralizando estos agentes. En la posdictadura, surgen propuestas participativas, mas tolerantes con el constructivismo. El sujeto de aprendizaje estrena su protagonismo, desde la mitad del '90, las politicas atienden a la diversidad, diferencian para iguelar al final. Aparece la diversidad como sinonimo de desigualdad, las condiciones iniciales socio-economicas duras predisponen al fracaso. actitudes voluntaristas contra la injusticia genra "docentes quemados" ¿Donde estan los limites? El exito-fracaso depende de las caracteiristicas subjetivas, historia de desarrollo y sus condiconantes. hay una asimetria pedagògica donde el docente desea enseñar en un acto de igualdad, da los instrumentos intelectuales, afectivos y politicos para que el receptor pueda renovar el mundo y lo protege en su preparacion. Por la escuela lo conecta con otros mundos, lenguajes,dsiciplinas, que lo hace capaz, igual y valioso para nuestra vida y sociedad. Llego a concluir la homogenizaciòn es imposible por la diversidad de actitudes y aptitudes en los educandos, pero si la igualdad como meta ideal, que se logra en la medida que la escuela cumpla con su funcion especifica, sin dispersion, hasta llegar quizas a la calidad educativa. los actores fundamentales, padres y docentes, cambiaron su identidad, los primeros excesivamente compresivos, ausentes y los segundos desvalorizados socialmente, pero tambien porque a veces no estan a la altura de las circunstancias. El objeto del aprendizaje, en claro corporativismo, se abroquela en las "tribus Urbanas", como unico fin de estar "on line" y "en onda" El titulo lo cambiaria. ¿La Escuela apunta a la Igualdad de oportunidades", para saber si estara en sintonìa a la espera de la definicion de las estrategias de desarrollo para el crecimiento del Paìs
chachagua roque -
¿que reflecciones les produce el aticulo? Creo que los importantes y distintos papeles que hoy cumple la escuela han opacado los fines busca lograr .La idea o concepcion de que la escula es el marco para lograr una sodiedad mas justa no es del todo correcta ;porque si bien esta es capas de juntar y formar a los distintos actores que van a formar las sociedades del futuro ,esta no esta preparada para desempeñar otros papeles que no sea la de educar . La calidad de educacíon para mi esta sujeta a muchas variables , las cuales como se aprecia en el texto ,han son ajustadas segun los intereses ideologico del govierno de turno asi como de los intereses de grupos economicos internos o externos . La idea de lograr una igualdad de oportunidades para los que se educan fue y sera siepre un sueño para los docentes de vocacíon pero un sueño de poca importancia para los que toman deciciones asi como tambien para las familias que no conoce sus ventajas y tambien para los docentes que solo enseñan por un sueldo y nada mas...etc. Por otro lado creo que probocando la homogeneidad mediante la igualdad no logremos una sociedad mas justa y mas aun si para lograr esto se tenga que desconocer la importancia de la divercidad de culturas , de religiones ,de razas ,..,etc. Es evidente que todos estos factores tienen que tenerse en cuenta a la hora de pretender formar un sociedad mas justa e igualitaria porque la educacion debe ser,para mi, una forma de desarrollar un lenguaje común que permita la comunicion y entendimiento asi como la convivencia entre los diferente sujetos que componen una sociedad . ¿En que aspecto de los que el artículo describe pueden identificarse proceso de igualdad ,diversidad y fracaso escolar ? Rta.: Proceso de igualdad : La escuela sarmientana ; que pretende desde el sistema educativo lograr la imagen de ricos y pobres en el mismo banco de la escuela y recibiendo la misma educacíon. Proceso de diversidad: Cuando en 1983, surgieron propuestas democratizadoras y participativas que plantearon con fuerza la necesidad de regimenes de convivencia mas tolerantes en las escuelas. Proceso de fracoso escolar: En algunos partidos del conurbano bonaerense donde se habla de "docentes quemados" son quienes apostaron durante años a trabajar en escuelas de sectores urbanos-marginales y terminaron agotados , frustrados ,desalentados. ¿Igualar es lo mismo que homogeneizar ? Rta.:No , porque igualar es el proceso que puede llevar a homogeneizar, pero que todo esto no significa la inclusion indistinta en una sociedad. ¿Esto hace a las constitucion de nuevas identidades , y cuales cree usted que pueden ser sus efectos ?¿por que? Rta:La igualdad y la homogenidad pueden llevar a la constitucion de nuevas identidades , pero que estas sean buenas o malas para la formacíon de un sociedad mas justas, depende de mucho otros facatores. Los efectos puden ser una sociedad mas o menos tolerante de unos con otros de tal manera que permita el desarrollo humano digno de los que las componen . ¿Podrian identificar ejemlos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades? Rta :La igualdad se volvio equivalente a la homogeeidad , a la inclusion indistinta den una identidad común que garantizaria la libertad y la prosperidad general .No solo se busca equiparar y nivelar a todos los ciudadadanos sino tambien se busco , muchas veces , que todos se condujeran de la misma manera , hablaran el mismo lenguaje , tubieran los mismos heroes y aprendieran las mismas ,identicas ,cosas .Esta forma de escolaridad fue considerada unterreno neutro "universal" que abrazaria por igual a todos lo habitanates ."Una nueva identidad".Aqui se planteo la resistecia de quienes persistian en afirmar su diversidad .Eso sucedio con las culturas indigenas , los gauchos , los pobres , los inmigrantes ,...etc, Las adhesiones a esta idea de educacion esta dada por su creador Sarmiento y otros miembros de su generacion. Conclusion: Esto significa que la escuala se creo con el objeto de impartir concocimiento a todos para que de esta forma se logre una sociedad mas justa que permita el desarrollo y convivencia de todos los sujetos que la componen . La de la igualdad como principio constitutivo de la sociedad es uno de los principios de las republicas modernas.
Matias Aguilar 1° 2° -
Pensar la igualdad desde una perspectiva educativa implica, en primer lugar, aclarar cuál es el sentido que se le da al término. No es lo mismo hablar de la igualdad planteada en la Revolución Francesa que el sostenido por la escuela sarmientina o el que surgió luego de la dictadura. Pensar en sujetos iguales frente a la educación es un sin sentido, un imposible. Cada sujeto de aprendizaje trae consigo una identidad subjetiva que se formó en funciión de una historicidad que lo precede, una situación familiar, social y cultural que lo marcan y determinan. La igualdad debe ser pensada en función de derechos y posibilidades que la educación brinda a estos sujetos que a partir de allí construirán sus propias posibilidades de ser y hacer.
Los términos igualdad, diversidad y fracaso escolar abarcan diversos aspectos: histórico, social, cultural, familiar, económico. Desde lo histórico puede observarse como el término igualdad ya fue utilizado en la Revolución Francesa en la creación de las casas de igualdad. En nuestra historia con ejemplos como los reclamos de M. Sánchez en una cuestión que plantea una igualdad de género. Desde lo social el concepto de igualdad se plantea en una forma de superar las diferencias de castas y jerarquías. Sarmiento pretendía la igualda educativa que implicaba suavizar las diferencias económicas, sociales, culturales en una fusión de nociones y valores que todos debían abrazar pero qu de alguna forma resaltaba ya la existencia de jerarquías y exclusiones muy relacionados con los aspectos culturales, económicos, históricos y sociales.
Igualar y homogeneizar no son términos idénticos. El diccionario plantea que igualar es hacer que algo o alguien se uniforme o adquiere las características de otro. Homogeneizar es transformar en homogéneo una cosa compuesta de elementos diversos. En educación la igualdad debe estar orientada al bojetivo final que inmplica ofrecer igualdad de oportunidades a los aprendientes para el acceso a los contenidos. Esto no incluye la idea de lograr sujetos iguales, sino de aceptar al sujeto en su diversidad e incorporarlo a un grupo que esté acorde a sus posibilidades y características para que desde ese ámbito homogéneo en su estructura, logre las adquisiciones que sus potencialidades le permiten.
El intento de igualar no hace a la constitución de nuevas identidades ya que éstas son el resultado de un desarrollo individual y subjetivo donde se conjugan la historia pripia de cada sujeto en un contexto familiar, social y cultura determinado y que será lo que le brinde los diferentes matices. Esta identidad personal no desaparece, hace a la esencia del sujeto. Se puede adherir a una idea, perseguir una meta en conjunto, constituir un grupo con objetivos comunes que se identifiquen entre sí, pero eso no borra ni cambia la identidad personal. No respetar las identidades personales en un intento de igualar puede resultar nocivo al sujeto mismo en tanto no se reconocen sus características esencialmente diferentes y se corre el riesgo de anular a la persona en pos de crear una identidad social o cultural que pretende homogeneizar a tal punto a sus integrantes, que los despersonaliza impidiendoles crecer en sus propias ideas y valores. En cambio, si se respetan las similitudes existentes, en un grupo se puede pensar una identidad grupal, pero ésta necesariamente estará en armonía con los aspectos de las identidades personales de los sujetos que lo integren para poder sostenerse.
Existen muchos ejemplos de intentos de formación de nuevas identidades entre los más significativos puede encontrarse el caso de pueblos aborígenes que fueron sometidos por culturas supuestamente más avanzadas que lo que lograron fue borar su identidad cultural e histórica ofreciéndoles lo nuevo y moderno a detrimento de sus conocimientos, valores y creencias. Otro ejemplo puede observarse en los adolescentes que se incorporan a grupos- ¨tribus urbanas¨- respondiendo a una identidad aparentemente común, que los despersonaliza despojándolos de sus convicciones y de su historicidad.
En la medida en que no se valore ni respete la identidad de cada sujeto, es imposible acceder a una nueva identidad positiva y valiosa, ya que desde un primer momento lo que se está haciendo es anular la identidad individual irrespetando la diversidad que esto implica dentro del contexto social y cultural en el que nos desarrollamos- Lo que para algunos actores de las diferentes comunidades puede resultar positivo, produce en otros resistencias. Cada ejemplo debería ser evaluado de manera individual.
Conclusión: la diversidad aparece involucrando lo propio, individual y familiar, marcando la diferencia dentro de lo social, cultural y hasta pedagógico. El poder sostener la propia identidad implica marcar una forma de diversidad en relación al contexto. Esto enriquece al otro y agrega matices al grupo de pertenencia. Pensar la igualdad entre los sujetos de aprendizaje es anular sus posibilidades y permitir que se instale la impronta del fracaso escolar, pues siempre habrá quien marque la divergencia en su desempeño respecto a lo que las jerarquías de excelencia escolar establecen como norma. Pensar la igualdad en función de las posibilidades de acceso a la educación y el derecho a ser parte de este proceso, implica aceptar la diversidad y colocar a la Escuela en un lugar de privilegio, como sostén y apoyatuva vincular en el aprendizaje para acompañar el proceso o, por el contrario para desestimar esfuerzos y posibilidades y ensanchar la brecha entre lo que se puede y lo que se debe alcanzar en términos de competencias pedagógicas. La atención recae sobre un conjunto de condiciones que involucran al sujeto, su contexto familiar, socio-cultural y económico, y la escuela que aceptando la diversidad ofrecerá igualdad de oportunidades procurando que el fracaso escolar no se instale.
LEAÑO José Luis -
La Escuela y la Igualdad: renovar la apuesta
¿Qué reflexiones les produce el artículo?
Todos estamos a favor de la igualdad, aunque no todos entendemos lo mismo. ¿Qué sería igualdad dar a todos lo mismo o lo que necesita de acuerdo a sus capacidades? Reconocemos la IGUALDAD como principio constitutivo de la sociedad como república moderna, que no siempre ha cumplido pero actua como horizonte orientador de las practicas. La igualdad sigue siendo un valor fundamental para una sociedad más justa y más plena.
¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar?
Existe igualdad desde lo formal pero en la práctica aún nos falta (somos humanos) Dentro de la diversidad encontramos situaciones críticas y desgarradoras que imposibilitan una buena experiencia educativa. Erróneamente se califica a las diferencias como deficientes o déficit (o retraso no deseable). Se dice: Los diferentes son seres inferiores (indígenas, pobres , gauchos, etc). Se culpa del fracaso escolar a los familiares como contexto que incapacita Debemos de entender la Diversidad y crear una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades y el rechazo a todo tipo de discriminación, solo por el hecho de ser diferentes.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar
Igualar es el concepto aplicable a un trato similar a cada individuo, o compensar las diferencias (una discriminación positiva ) Mientras que el término homogeneizar se entiende, como si los individuos debieran actuar lo mismo (lo que implicaría sentir lo mismo), no reconociendo que son diferentes; por ej no todos pensamos lo mismo de la dictadura, algunos la añoran, otros no.
¿Esto hace a la constitución de nuevas identidades, y cuáles creen ustedes que pueden ser sus efectos? ¿Por qué? Se busco que todos se condujeran de la misma manera. En el pasado la construcción no estaba exenta de jerarquías y exclusiones.
¿Podrían identificar ejemplos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades?
Las nuevas identidades son los que luchan desde sus desventajas para mejorar su situación romper la espiral de exclusión. Surgen cada día luchadores sociales que con mayor o menor auspicio del gobierno son antecedentes que nos dicen que si hay futuro.
Como conclusión: explicar, después de haber analizado el artículo, el sentido del título: La escuela y la Igualdad: renovar la apuesta. Fundamentar.
Primero cuidarnos de ser docentes quemados (los que apostaron durante años a trabajar en escuelas en sectores urbano-marginales y terminaron agotados, frustrados y desalentados). Recuperar la especificidad de la escuela Vale la pena preparar a nuestros estudiantes para la tarea de renovar el mundo en común, que es propia de cada generación, como alguna vez lo definió la filósofa Hannah Arendt; es darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas para que puedan proceder a esa renovación; No sin protegerlos en ese tiempo de preparación. Ayudar a procesarlos desde lo intelectual y afectivamente ( por ej: recurriendo a la inteligencia emocional), y también establecer puentes con otras instituciones sociales que fortalezcan esa protección. Considerarlos iguales es no renunciar a enseñar; es ENSEÑAR MEJOR, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios (desde la técnico y lo formal) y de culturas diferentes; es confiar en que ellos pueden pero que solos -sin nuestra enseñanza y nuestro deseo de que "sean alguien en la vida"- no pueden. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda.
José Luis LEAÑO Tec. Mec.
María José Corimayo -
1º2º En el artículo se hace una cronología del concepto de igualdad que fue adquiriendo significados diferentes en los distintos contextos históricos de la Argentina. Es así que en la época de Sarmiento y de la Generación del 80, igualdad en el sistema educativo implicaba homogeneizar a los educandos, formando una identidad común (que se condujeran de la misma manera, tuvieran los mismos héroes, hablaran el mismo lenguaje, entre otras cosas). Todo lo diferente (culturas indígenas, gauchos, pobres, inmigrantes recién llegados, discapacitados) era concebido un peligro para la construcción de esa identidad. Es a partir de 1983, que surgen nuevas propuestas democratizadoras y participativas. Ya comenzaba a valorarse al sujeto de aprendizaje como protagonista activo de la enseñanza. A mediados de los 90 las políticas educativas apuntaban a atender la diversidad, partiendo del supuesto de que es necesario realizar una desigualación provisoria o un trato diferenciado para lograr más tarde una igualdad en el punto de llegada. Actualmente el foco de atención está puesto en el porqué del fracaso escolar. Se realizan pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y nos encontramos frente a dos posturas: Una -determinista sociológica- que dice que el fracaso escolar está dado por el contexto familiar del alumno o por la misma capacidad del alumno. Otra -voluntarista- que considera que el fracaso del aprendizaje tiene su explicación en las carencias socio-económicas que padecen los alumnos. Las autoras del artículo van a proponer una tercera postura frente a la temática del éxito o fracaso escolar: el despliegue de las condiciones para el éxito o el fracaso son un efecto de la relación de las características subjetivas y su historia de desarrollo. Que haya sujetos que pueden educarse depende de lo que hagamos con ellos en la escuela, no solo lo que haga la familia o la sociedad, depende de cómo los recibamos y los alojemos en una institución que los considere iguales. Iguales en el sentido de que tienen un lugar de pares en esa sociedad más justa que queremos. En el texto se utilizan los conceptos igualar y homogeneizar, y la pregunta es: ¿significan la misma cosa? A mi parecer no son lo mismo ya que igualar es ofrecer a todos los habitantes de la población, las mismas posibilidades de poder manifestar su cultura, sus valores, de tener las mismas posibilidades de acceder a una educación y vida dignas. Homogeneizar es un concepto que lo relaciono con la imposición de valores, cultura, etc., con masificación, y quien no acepte ésta imposición queda fuera del sistema. Conclusión: tras explicar la evolución del concepto de igualdad, las autoras exponen su postura frente al tema. Renovar la apuesta significa considerar a los alumnos como iguales, darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas que permitan renovar el mundo que tenemos en común. Considerarlos iguales significa enseñar mejor, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios y de culturas diferentes, acompañándolos y protegiéndolos en ese proceso de formación, ya que de ellos depende el futuro de nuestra sociedad.
César H. Villalobo -
Ing. César H. Villalobo 1º 1º
"La Escuela y la Igualdad : Renovar la Apuesta" Autores: Inés Dussel Myriam Southwell
¿Qué reflexiones les produce el artículo?
La Igualdad es el concepto que las personas refuerzan y exigen permanentemente ya sea desde la posición humana simplemente, como también desde la posición de ciudadanos, los Derechos Humanos la Igualdad ante la Ley. La homogeneización es el concepto que los gobernantes refuerzan y exigen, entendiéndose como gobernantes a quienes dirijen una sociedad, desde la sociedad global hasta las pequeñas sociedades o comunidades y actuando desde la perspectiva de la política, economía, sociología o la tecnología. Los gobernantes redirijen y trastocan los esfuerzos en pos de la igualdad por parte de las personas y el resultado es que se llega a la homogeneización, dónde la igualdad se convierte en diversidad con pequeñas diferencias.
¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar?
Procesos de igualdad, cuando las personas reclaman en forma permanente a través de los años y logran, por ejemplo, la igualdad de género ante la Ley (el caso de Mariquita Sanchez de Thomson). Otro proceso de igualdad se puede identificar en el propósito de la escuela, que es considerar que las personas tienen iguales derechos a ser educados y a aprender. Se identifican procesos de diversidad, en las políticas educativas de los años 90, con proclamas participativas y antiburocráticas. La premisa es atender a la diversidad. La contraposición o tensiones de los conceptos de Igualdad y Diversidad proyectan sus efectos en el fracaso escolar. Por un lado se pretenden iguales resultados en la tarea educativa para asegurar que se logró una cierta efectividad, pero también al considerar la diversidad se encuentran diferencias o desigualdades que inducen a concluir que no se logró efectividad en la acción educativa. La diversidad hace que afloren preconceptos que ponen en duda la real capacidad, y más aún, ponen en duda el derecho a educarse de algunas personas a quienes se considera que son diferentes, ya sea por su condición social, económica, origen étnico, capacidades físicas diferentes, etc.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar
Igualar es el concepto aplicable a cada individuo, mientras que que el término homogeneizar es aplicable a un conjunto o universo de individuos, si los individuos son iguales o poco diferentes se obtiene un universo homogéneo. Considerando la respuesta para la primera pregunta (¿Que reflexiones ?), se puede concluir que los individuos se esfuerzan por lograr igualdad en los diferentes aspectos de su interacción con su entorno. Los gobernantes en cambio redirijen tales esfuerzos para lograr una homogeneidad en determinados aspectos que les son convenientes. Por ejemplo, todas las personas tienen iguales derechos humanos, sin embargo dentro de cada sociedad, y luego de un proceso de homogeneización, tales derechos son aplicables solamente a ciertos grupos homogéneos compuesto de individuos con determinadas características para considerarlos iguales. Desde otro punto de vista, para lograr una homogeneización, se busca igualar o minimizar las diferencias en determinados aspectos, por ejemplo, que los niños tanto ricos como pobres asistan a una misma escuela. Para los gobernantes es necesario lograr una homogeneidad para que un régimen se sostenga en el tiempo, en la medida en que la ausencia de diferencias no provoquen roces o malestar entre los ciudadanos. El medio para lograr homogeneidad fué la Escuela, a través de la cuál se hizo la fusión de cultura, nación, futuro, en la construcción de algo en común.
¿Esto hace a la constitución de nuevas identidades, y cuáles creen ustedes que pueden ser sus efectos? ¿Por qué?
Según Sarlo Beatriz, la ciudadanía es una dimensión fundante de la identidad, ser ciudadano es el principio de identificación que puede traducir aspiraciones igualitarias. Las aspiraciones igualitarias constituyen un proceso de igualdad que conllevan un proceso de homogeneización, que finalmente construyen una nueva identidad. En pos de la homogeneización y de la nueva identidad se provocan reacciones por parte de quienes persisten en mantener su diversidad.
¿Podrían identificar ejemplos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades?
La instauración de un gobierno democrático y su sostenimiento, son factibles en cuanto se equiparan y nivelan sus ciudadanos. Se busca la construcción de una identidad Nacional, que implica incluir a una sociedad letrada, igualar e incluir a quienes están dispuestos a resignar su diversidad, o excluir a quienes pretenden luchar por su diversidad, es decir, sostener valores y tradiciones, como las comunidades indígenas.
Como conclusión: explicar, después de haber analizado el artículo, el sentido del título: La escuela y la Igualdad: renovar la apuesta. Fundamentar
Según reflexiona la autora, las capacidades de una persona, son el resultado de una construcción en el marco de una relación pedagógica. La institución Educativa que es la escuela es el medio para transmitir un saber. El transmitir debe pensarse como un acto de establecimiento de la igualdad. La Igualdad es el punto de partida, y la Institución Educativa, debe considerar iguales derechos a ser educados y a aprender. La institución de la Igualdad debe ser real, actual y efectiva. Se debe considerar a los niños y adolescentes, tan iguales que vale la pena depositar en ellos la confianza para realizar la tarea de renovar el mundo en comùn. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda. --------
Agr. Correa Saravia Jorge -
LA ESCUELA Y LA IGUALDAD: RENOVAR LA APUESTA
Considero este artículo muy bueno para todos los docentes que alguna vez tengamos en nuestras aulas un niño o adolescente con capacidades diferentes, tratándolo con igualdad de condiciones que el resto del grupo clase. Ellos son iguales pero solos no pueden, necesitan del docente, de su apoyo de su paciencia y porque no de su cariño. Si todo eso no es posible incluir a un alumno con esas capacidades. Lo que disiento del artículo es el rol de la familia, ésta es la más importante y el trabajo en conjunto es beneficioso para el alumno. Además la igualdad moderna se planteó superar las jerarquías de la sociedad actual, las cuales tienen los mismos derechos. Desde cualquier óptica que miremos, lo que aprenden los chicos determina pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y de esta forma en el futuro que se les augura.
Los procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar pueden identificarse en los siguientes aspectos: Social Histórico Educativo Familiar Democrático Institucional
En la Argentina, la propuesta de Sarmiento implicó una imagen de ricos y pobres en una misma escuela, recibiendo la misma educación. Todo esto fue motivo de orgullo de muchas generaciones En la década de los ochenta la propuesta fue más suavizar las desigualdades, que construir una igualdad. Por ejemplo no solo darles un edificio amplio y con elegantes detalles a niños pobres los hace iguales, más esto lo que hace es suavizar las diferencias de clases sociales por el roce frecuente y la común educación, sino que también una condición de nuestra democracia que necesita un molde común de la escuela para formar la sociedad homogénea que haga posible el régimen representativo de gobierno. La igualdad se volvió equivalente a la homogeneidad que garantizaría la libertad y prosperidad general. La escuela hizo muchas cosas en pos de volver equivalentes la igualdad y la homogeneidad: fusionó las nociones de cultura, nación y futuro territorio en torno a la idea de nosotros, de algo en común; siempre que se adhieran a los valores que ellas consagraba.
Este consenso sobre la necesidad de pedagogías homogeneizantes como vía hacia la igualdad comenzó a quebrarse en épocas donde las marcas autoritarias se hicieron más visibles en la escuela. Con la democracia como forma de gobierno en el año 1983 surgieron otras propuestas, que se caracterizaron por ser participativas y plantearon con más fuerza la necesidad de regimenes de convivencia más tolerantes en las escuelas. Con el constructivismo, como base, se empezó a valorar al sujeto de aprendizaje como protagonista de la enseñanza. En la década de los noventa se evidencia una impugnación más notoria de la tradición sarmientina. Dando lugar a las políticas educativas a fortalecer la premisa atender a la diversidad, partiendo de que es necesario realizar un trato diferenciado, par lograr mas tarde una igualdad en el punto de llegada. Refiriéndome al tema del fracaso escolar es muy importante el mirar de una u otra óptica determina el pronóstico acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y así el futuro que se les augura. Frente a esta dimensión uno se pregunta cuáles son los alcances de nuestra acción como decentes y cuál es el impacto en el fracaso escolar. Todo esto se endurece mientras se visualiza las condiciones sociales y económicas de niños y jóvenes marginales, lo que imposibilita, muchas veces, la buena acción educativa. En este caso muchas veces se instala la desigualdad por la poca capacidad del alumno o de su familia. En este caso se expande un cierto determinismo sociológico que cree que es poco lo que la escuela puede hacer en un contexto tan marcado por la desigualdad. Frente a eso, hay otros que se inclinan por una visión más idealizada de la pobreza que a veces se mimetiza que se hace lo que se puede y con lo que hay y se recae en una propuesta voluntarista de ir a reparar injusticias más allá del límite de lo posible.-
Agr. Jorge Correa Saravia
Georgina Herrera -
Desde mi punto de vista, este articulo me llevo a recordar lo que vivimos día a día con nuestros alumnos, en donde me doy cuenta que a pesar de los fuertes cambios que se produjeron en la sociedad aun sobrevive la desigualdad tanto en la escuela como en la sociedad misma.
A pesar de los derechos que a veces son tomados en cuenta, todavía vemos chicos que aprenden o tratan de aprender en situaciones no muy favorables, en donde vemos que son dejado de lado, y muchas veces esto nos lleva a un fracaso escolar, en donde no solo tiene la culpa el contexto social del niño (familia) si no que también tienen mucho que ver nuestros gobernantes.
Por otro lado quiero destacar que en la escuela Sarmientista, se lograba que el alumno tenga una cultura valiosa, en donde el niño era un niño sano, que tenía respeto por el docente y este era la mayor autoridad, cosa que hoy en día no vemos muy seguido
La diversidad, como sinónimo de desigualdad, me hace pensar que en todos los contextos sociales no hay una equidad donde uno pueda centrarse en un solo tema, ya que se necesita de un proceso donde se observe las características más puntuales para poder resolver esta problemática.
La diversidad, esta reflejada en aquellos niños que carecen de posibilidades para insertarse en diferentes ámbitos socioculturales y sobre todo en el ámbito educativo. Esto hace que el niño ya venga con una frustración personal, provocada por el vínculo familiar y es así donde aparece el fracaso escolar.
La homogeneidad, no es lo mismo que la igualdad, porque se trata de trabajar en un todo, buscando un resultado común que sea beneficioso. En cambio la igualdad lleva un proceso donde se busca adquirir características en donde se refleje la equidad entre los mismos conocimientos.
Si se plantea una política educativa en donde los conocimientos de los saberse sean adquiridos eficazmente se podría obtener mayor rendimiento y mejores propuestas teniendo en cuenta que la educación universal se adaptaría con mayor facilidad en todos los contextos sociocultural.
CONCLUCION
La ley de los derechos del niño de que reciba una educación, al ser declarada universal pone en manifiesto que debe ser defendida por todos los organismos en donde sea involucrada la negación de este derecho, promoviendo de una manera equitativa la redistribución igualitaria para que el niño reciba una educación libre y gratuita sin distinción y discriminación de los pequeños actores.
Adamo Jose Alberto -
Adamo José Alberto 1º 2º La Escuela y la Igualdad: renovar la apuesta En los escenarios educativos con nuevas características, de sujetos, alumnos cada vez más homogéneos. Con el mismo derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, etnia o religión exigen cada vez a la educación en general y a las instituciones educativas en particular, de dar respuesta y respeto a la diversidad. Hemos de entender la Diversidad como la concreción de una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades y el rechazo a todo tipo de discriminación. Para garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades educativas es necesario que se reconozca la diversidad, ofreciendo a todos los alumnos condiciones de logro efectivo de sus aprendizajes, en un marco de equidad. Cada persona es diferente a las demás, posee particulares características que la distinguen del resto, pero comparten políticas, reglas, creencias, modos de expresarse y comunicarse. La diversidad en la institución escolar, deberá considerar: *La heterogeneidad de los grupos escolares, considerando sus diferencias sociales y culturales. *Las diferencias individuales de los alumnos, especialmente en relación a los procesos de aprendizaje. Un valor educativo con posibilidad de utilizar determinados procedimientos de enseñanza difícilmente viables en situaciones de alto grado de homogeneidad. Esta situación obliga a cambios radicales si finalmente se pretende que todos los alumnos, sin ningún tipo de discriminación, consigan el mayor desarrollo posible de sus capacidades personales, sociales, intelectuales y motoras. Se necesita una especial atención en el sentido de brindar prácticas diversas o alternativas en cuanto a la función compensadora de las desigualdades de origen, de tal forma que no se valore sobre todo la eficacia y el resultado sino que se ponga el acento en el propio proceso de enriquecimiento como experiencia humana de relación. Hay que dejar claro que los dos términos tienen valores positivos si hablamos de diversidad personal y cultural y de igualdad social, política y económica. La diversidad hace referencia a las diferentes formas de sentir, pensar, vivir y convivir. La igualdad ha de entenderse como el disfrute de iguales derechos y posibilidades (legales y reales) que permiten la libertad práctica de optar y de decidir. Se trata, atendiendo a las prioridades, de que todos los niños, niñas y jóvenes puedan ir a la escuela y reciban una educación de calidad; sin distinciones de ningún tipo. Son, entonces, problemas de acceso y equidad. Sabemos que no todos están en la misma posición de partida a la hora de acceder a la educación, pero creemos que estas diferencias pueden y deben compensarse. No es justo que el éxito en la escuela esté asociado con la cuna en que se nació. El Estado está para igualar y redistribuir conocimientos, en ese sentido incluir es más que permitir el acceso universal; incluir no es homogeneizar. Una escuela no es buena sólo cuando la demanda está satisfecha o disminuyen sus niveles de conflicto, sino cuando los maestros enseñan y los alumnos aprenden en un marco de libertad.
10 comentarios
JUAN CARLOS LUJAN -
La escuela y la igualdad: renovar la apuesta
Inés Dussel - Myriam Southwell
La igualdad es un concepto querido por los educadores. La escuela que conocemos se organizó como un medio de distribuir conocimientos a todos, y de producir una cultura común que garantizara la inclusión en una sociedad integrada. Por ejemplo, las instituciones educativas que diseñó la Revolución Francesa (una de las primeras experiencias históricas modernas que se plantea la formación de una sociedad igualitaria) se llamaban casas de igualdad, y en ellas los niños debían acceder al mismo vestuario, la misma alimentación, la misma instrucción y el mismo cuidado. La idea de "escuela pública" como un espacio común que proponía una igualdad en el trato a cada uno de los alumnos y alumnas, colocaba al sistema educativo en línea directa con la formación de la ciudadanía y de la vida republicana.
La noción de igualdad moderna se planteó superar un sistema de castas y jerarquías que establecía distintos derechos y posibilidades para los distintos rangos sociales. El establecimiento de la igualdad ante la ley, si bien todavía hoy dista de ser una realidad efectiva, fue un paso importante para instituir una sociedad basada en principios igualitarios: todos los seres humanos nacen iguales y tienen iguales derechos. Que eso no era así ni siquiera entre los sectores más privilegiados de la sociedad, lo muestra la historia de Mariquita Sánchez de Thompson. Esta mujer valiente tuvo que pedirle al Virrey Sobremonte, en 1804, que intercediera ante su madre para poder casarse con su primo Martín Thompson, en una apelación a la autoridad masculina -exterior a la familia- frente a lo que consideraba una vulneración de sus "justos y honestos deseos" por parte de su madre.(1) Las mujeres, en ese entonces, no eran consideradas iguales a los hombres; sus destinos eran decididos por sus padres o maridos, o por los adultos a cargo de la familia. Tampoco eran iguales los mulatos, los indígenas o las "castas raciales", como se las llamaba entonces. La afirmación de la igualdad como principio constitutivo de la sociedad es uno de los principios de las repúblicas modernas, un principio que no siempre se ha cumplido pero que actúa como horizonte orientador de las prácticas, y como un sentido de lo que es una "vida buena" para todos.
Aunque esta noción de igualdad se fue naturalizando en nuestras lógicas de pensar y de hacer, resulta necesario recordar que la igualdad no fue ni es un concepto unívoco; dicho en términos más precisos, se trata de un concepto con gran densidad semántica. Podemos encontrar dentro de él las implicancias de la igualdad ante la ley, la prohibición en pos de la igualdad, la igualdad como derecho, la igualdad como imposición, la igualdad como punto de llegada o de partida, las experiencias históricas concretas de construir la igualdad, entre otros. ¿Cuál fue nuestra experiencia con la igualdad en la escuela? ¿Cómo podemos pensar hoy en formas más complejas de la igualdad? Quisiéramos, a continuación, empezar a responder estas preguntas, convencidas de que la igualdad sigue siendo un valor fundamental para una sociedad más justa y más plena.
La escuela sarmientina: igualar es lo mismo que homogeneizar
Recordar que la igualdad no es un concepto unívoco resulta útil para pensar la forma en que procesamos esta voluntad de igualar desde el sistema educativo. En la Argentina, la propuesta de Sarmiento y de otros miembros de su generación implicó algo similar: la imagen de ricos y pobres en el mismo banco de escuela y recibiendo la misma educación, fue motivo de orgullo para muchas generaciones. En el caso de la generación del ochenta, la propuesta fue más suavizar las desigualdades que construir una igualdad: "El amplio edificio de elegantes formas y detalles a que asiste el niño pobre como el rico, no solo tiene la ventaja de suavizar las diferencias de las clases sociales por el roce frecuente y la común educación, sino que es también una condición de nuestra democracia que necesita del molde común de la escuela, para formar la sociedad homogénea que, a la vez, haga posible el régimen representativo de gobierno, evite las catástrofes que la diversa educación y condición social han engendrado en todos los tiempos y en todas las partes del mundo" (Memorias del Consejo Nacional de Educación, 1887, XLIV). Pero más allá de las proclamas, la escuela fue un medio importantísimo para conformar una ciudadanía letrada que se sintió parte de una comunidad inclusiva.
Sin lugar a dudas, la pretensión igualadora puso a la escuela dentro de un canon de tradición democrática, aunque también le dio las armas para excluir o derribar todo aquello que sus parámetros ubicaban por fuera de la igualación. Porque la igualación -a la vez que generaba corrimientos para igualar- construía parámetros acerca de lo deseable y lo correcto. La igualdad se volvió equivalente a la homogeneidad, a la inclusión indistinta en una identidad común, que garantizaría la libertad y la prosperidad general. No solo se buscaba equiparar y nivelar a todos los ciudadanos, sino también se buscó, muchas veces, que todos se condujeran de la misma manera, hablaran el mismo lenguaje, tuvieran los mismos héroes y aprendieran las mismas, idénticas, cosas. Esta forma de escolaridad fue considerada un terreno "neutro", "universal", que abrazaría por igual a todos los habitantes. El problema radicó en que quienes persistían en afirmar su diversidad fueron muchas veces percibidos como un peligro para esta identidad colectiva, o como sujetos inferiores que aún no habían alcanzado el mismo grado de civilización. Eso sucedió con las culturas indígenas, los gauchos, los pobres, los inmigrantes recién llegados, los discapacitados, los de religiones minoritarias, y con muchos otros grupos de hombres y mujeres que debieron o bien resignarse a ser incluidos de esta manera, o bien pelear por sostener sus valores y tradiciones a costa de ser considerados menos valiosos o probos.
En ese gesto de volver equivalentes la igualdad y la homogeneidad, la escuela hizo muchas cosas: fusionó las nociones de cultura, nación, futuro, territorio en torno a la idea de nosotros, de algo en común; siempre y cuando se adhiriera a los valores que ella consagraba. Si este "en común" no existía, debía construirlo; aunque esa construcción no estaba exenta de jerarquías y exclusiones.
El desplazamiento de la igualdad a la diversidad
Este consenso sobre la necesidad de pedagogías homogeneizantes como la vía hacia la igualdad comenzó a quebrarse en la posdictadura, cuando se hicieron más visibles las marcas autoritarias de esta forma escolar. A partir de 1983, surgieron propuestas democratizadoras y participativas que plantearon con fuerza la necesidad de regímenes de convivencia más tolerantes en las escuelas. Con el apoyo de las psicologías constructivistas, también se empezó a valorar al sujeto de aprendizaje como protagonista activo de la enseñanza.
La década de los '90 evidencia una impugnación más fuerte de la tradición sarmientina, esta vez unificando proclamas participativas y antiburocráticas con los nuevos discursos sobre la eficiencia de los administradores y el ajuste fiscal. Desde mediados de los '90, muchas de las políticas educativas se han ejecutado con la premisa de atender a la diversidad, partiendo del supuesto de que es necesario realizar una desigualación provisoria o un trato diferenciado, para lograr más tarde una igualdad en el punto de llegada. El problema no es, a nuestro entender, que se hayan focalizado las prestaciones, una medida muchas veces necesaria en un contexto
combinamos lo común y lo diverso en situaciones cotidianas que parecen echar por tierra cualquier perspectiva de igualdad?
Igualdad, diversidad y fracaso escolar
Uno de los ámbitos en que se manifiestan estas tensiones es en la cuestión del fracaso escolar. El mirar lo que aprenden los chicos, desde una u otra óptica determina pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes, y por lo tanto en el futuro que se les augura. Entrar en esta dimensión nos pone frente a la pregunta acerca de los alcances y los límites de nuestra acción educativa, así como acerca del impacto en el fracaso escolar. Esta pregunta se hace más aguda en la medida en que se endurecen las condiciones económicas y sociales de niños y jóvenes; las situaciones críticas y desgarradoras que encontramos dan paso, a veces, a que se consolide la presunción sobre la imposibilidad de una buena experiencia educativa. En estos contextos, muchas veces la denominación de diverso es una antesala a cuestionar la capacidad (y el derecho) de ser educado de ciertos niños, y a la ponderación de las diferencias como deficiencias o déficits. En esa conceptualización, una diferencia es significada como un retraso no deseable. Se instala una sospecha que se ubica entre la capacidad del alumno de ser educado o se desplaza hacia los familiares como contexto que "incapacita". Frases como "qué querés que hagamos, con la familia de donde viene" o "de esta gente no se puede esperar mucho" señalan que se expandió un cierto determinismo sociológico que cree que es poco lo que la escuela puede hacer en un contexto tan marcado por la desigualdad. Parecen decir que aquellos nunca llegarán a ser tan iguales como estos: la diversidad es sinónimo de desigualdad.
Frente a eso, hay otros que se inclinan por una visión más idealizada de la pobreza que a veces se mimetiza con "lo que hay" y que, sin quererlo, recae en una propuesta voluntarista de ir a reparar injusticias más allá del límite de lo posible; porque, digámoslo, en la Argentina de hoy, con tanto desamparo, a cualquiera esa tarea le queda grande. En algunos partidos del conurbano bonaerense ya se habla de los "docentes quemados": son quienes apostaron durante años a trabajar en escuelas en sectores urbano-marginales y terminaron agotados, frustrados y desalentados. ¿Cómo protegerlos, y proteger las experiencias interesantes y productivas que se hacen en miles de escuelas que incluyen, educan y asisten a miles de chicos en condiciones durísimas? Quizás una manera es recuperar la especificidad de la escuela, algunos límites sobre lo que puede hacer; y discutir más y mejor el cómo lo hace, y cómo organiza y reparte las otras tareas vinculadas al bienestar de los alumnos.
La igualdad como punto de partida: condiciones para la escuela
Para no caer en la culpabilización de los niños y/o de las familias, ni en el voluntarismo excesivo de la escuela, es conveniente volver a plantearse el problema en términos de la diversidad, en tensión con la igualdad. Entendemos que la capacidad del otro que está siendo educado se pone en juego en la relación educativa misma, no previamente en el sujeto de aprendizaje; es decir, esa capacidad es el resultado de una construcción en el marco de una relación pedagógica, que posee una historicidad y decisiones que la estructuran. Así, los desempeños subjetivos, aun cuando se expresen en un desempeño individual, constituyen el remate de un desarrollo que es cultural y singular, propio de cada uno. Esto es, el despliegue de las condiciones para el éxito o el fracaso no son una propiedad exclusiva de los sujetos sino, en todo caso, un efecto de la relación de las características subjetivas y su historia de desarrollo, junto con las propiedades de la situación que permite que ellas se desplieguen. Que haya sujetos que pueden educarse depende de lo que hagamos con ellos en la escuela, no solo lo que haga la familia o la sociedad: depende de cómo los recibamos y los alojemos en una institución que los considere iguales, con iguales derechos a ser educados y a aprender. Lo cual no quiere decir abolir la asimetría de la relación pedagógica: tiene que haber un docente con una voluntad y un deseo y un saber que transmitir. Pero esa transmisión debe pensarse como un acto de institución de la igualdad, actual, efectiva, y no como la promesa de que alguna vez aquel que tenemos enfrente se convertirá en un igual.
Pensar a los niños y adolescentes desde un lugar de iguales no significa considerarlos iguales porque están inmersos en la misma intemperie que a veces sentimos nos horizontaliza en el desamparo y la desprotección, sino porque tienen un lugar de pares en esa sociedad más justa que queremos. Es considerarlos tan iguales que creemos que vale la pena prepararlos para esa tarea de renovar el mundo en común, que es propia de cada generación, como alguna vez lo definió la filósofa Hannah Arendt; es darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas para que puedan proceder a esa renovación; y también es protegerlos en ese tiempo de preparación. Es hacer lugar a los padecimientos que atraviesan, ayudar a procesarlos intelectual y afectivamente, y también establecer puentes con otras instituciones sociales que fortalezcan esa protección. Considerarlos iguales es no renunciar a enseñar; es enseñar mejor, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios y de culturas diferentes; es confiar en que ellos pueden pero que solos -sin nuestra enseñanza y nuestro deseo de que "sean alguien en la vida"- no pueden. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda.
(1) Véase Sánchez de Thompson, Mariquita (2003), Intimidad y política. Diario, cartas y recuerdos, edición a cargo de M. Gabriela Mizraje, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editores, pág. 325-326.
(2) Sarlo, Beatriz, Tiempo presente. Notas sobre el cambio de una cultura. Ed.Siglo XXI. Editores Argentina S.A., Buenos Aires, 2001.
Consignas sugeridas para realizar la lectura
¿Qué reflexiones les produce el artículo?
Me produce sensaciones positivas y estimulantes, me hace acordar a las primeras semanas que trabajé en una institución para discapacitados mentales, al principio traté de comprender y conectarme afectivamente con los chicos, con la carga emotiva de la pena, de la resignación y del techo al que se podía aspirar, considerando sus deficiencias y sus situaciones particulares (abandono, pobreza, aislamiento, falta de afecto).
Con el tiempo fui acercándome a algunas docentes emprendedoras, pujantes, apasionadas y sobre todo con humor, que lograban de los jóvenes trabajos notables, con esfuerzo y dedicación, poniendo el alma en cada clase.
Allí comenzaron mis mayores logros, cuando entendí y me convencí que podían integrarse al trabajo, más allá de su penosa historia y exigía lo máximo posible de ellos, sin lástima, con rigor y empuje, con pasión, con humor.
Creo que por allí está la salida, en la exigencia, en el trabajo y en el convencimiento de que el mundo es para todos, y que nada se obtiene sin esfuerzo
¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar?
Al analizar los alcances y límites de la acción educativa y del impacto en el fracaso escolar la denominación de diverso cuestiona la capacidad de ser educado de ciertos niños, y toma las diferencias como deficiencias o déficits.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar
Con igualar nos referimos a que todos tengan las mismas oportunidades de ser educados manteniendo su identidad de pensamiento, su pertenencia histórica, su acervo cultural.
Cuando referimos a homogeneizar estamos anulando esas identidades, esas personalidades.
La riqueza cultural se logra mediante la apertura , la empatía, la consideración, la tolerancia, solo así lograremos conservar íntegros nuestra cultura, nuestra historia, nuestros rasgos distintivos, nuestra identidad.
Atte.
Ing. Agr. Juan Carlos Lujan
Carlos Fernando Lamas -1ero 1era -
El artìculo es una visiòn cronològica de la evoluciòn del concepto Igualdad en la estructura Educativa, desde su concepciòn en la Revoluciòn Francesa,donde la escuela, era el espacio comùn con igualdad de trato, vestuario, alimentacion, instruccion, y cuidado,formadora de ciudadanos con inclusion asegurada en una sociedad integrada y republicana.
Luego el concepto adquiere una gran densidad semantica, punto de partida o llegada del hecho educativo, derecho o imposicion ante la ley apuntando a una sociedad justa y plena.
Ya en la Escuela Sarmentina, se transforma en Homogeneidad, se entrmezclan ricos y pobres paras recibir una misma educacion.Asi en la generacion del '80, el modelo de escuela alimenta una sociedad homogenea en un regimen representativo de gobierno y asi una inclusion indistinta tras una identidad comùn garante de libertad y prosperidad general.
Se manifiestan una diversidad de culturas, pensamientos etc. que ponen en peligro esta homogeneizacion, a lo cual reacciona fusionando y neutralizando estos agentes.
En la posdictadura, surgen propuestas participativas, mas tolerantes con el constructivismo.
El sujeto de aprendizaje estrena su protagonismo, desde la mitad del '90, las politicas atienden a la diversidad, diferencian para iguelar al final. Aparece la diversidad como sinonimo de desigualdad, las condiciones iniciales socio-economicas duras predisponen al fracaso.
actitudes voluntaristas contra la injusticia genra "docentes quemados" ¿Donde estan los limites?
El exito-fracaso depende de las caracteiristicas subjetivas, historia de desarrollo y sus condiconantes.
hay una asimetria pedagògica donde el docente desea enseñar en un acto de igualdad, da los instrumentos intelectuales, afectivos y politicos para que el receptor pueda renovar el mundo y lo protege en su preparacion. Por la escuela lo conecta con otros mundos, lenguajes,dsiciplinas, que lo hace capaz, igual y valioso para nuestra vida y sociedad.
Llego a concluir la homogenizaciòn es imposible por la diversidad de actitudes y aptitudes en los educandos, pero si la igualdad como meta ideal, que se logra en la medida que la escuela cumpla con su funcion especifica, sin dispersion, hasta llegar quizas a la calidad educativa.
los actores fundamentales, padres y docentes, cambiaron su identidad, los primeros excesivamente compresivos, ausentes y los segundos desvalorizados socialmente, pero tambien porque a veces no estan a la altura de las circunstancias.
El objeto del aprendizaje, en claro corporativismo, se abroquela en las "tribus Urbanas", como unico fin de estar "on line" y "en onda"
El titulo lo cambiaria. ¿La Escuela apunta a la Igualdad de oportunidades", para saber si estara en sintonìa a la espera de la definicion de las estrategias de desarrollo para el crecimiento del Paìs
chachagua roque -
Creo que los importantes y distintos papeles que hoy cumple la escuela han opacado los fines busca lograr .La idea o concepcion de que la escula es el marco para lograr una sodiedad mas justa no es del todo correcta ;porque si bien esta es capas de juntar y formar a los distintos actores que van a formar las sociedades del futuro ,esta no esta preparada para desempeñar otros papeles que no sea la de educar .
La calidad de educacíon para mi esta sujeta a muchas variables , las cuales como se aprecia en el texto ,han son ajustadas segun los intereses ideologico del govierno de turno asi como de los intereses de grupos economicos internos o externos .
La idea de lograr una igualdad de oportunidades para los que se educan fue y sera siepre un sueño para los docentes de vocacíon pero un sueño de poca importancia para los que toman deciciones asi como tambien para las familias que no conoce sus ventajas y tambien para los docentes que solo enseñan por un sueldo y nada mas...etc.
Por otro lado creo que probocando la homogeneidad mediante la igualdad no logremos una sociedad mas justa y mas aun si para lograr esto se tenga que desconocer la importancia de la divercidad de culturas , de religiones ,de razas ,..,etc. Es evidente que todos estos factores tienen que tenerse en cuenta a la hora de pretender formar un sociedad mas justa e igualitaria porque la educacion debe ser,para mi, una forma de desarrollar un lenguaje común que permita la comunicion y entendimiento asi como la convivencia entre los diferente sujetos que componen una sociedad .
¿En que aspecto de los que el artículo describe pueden identificarse proceso de igualdad ,diversidad y fracaso escolar ?
Rta.:
Proceso de igualdad : La escuela sarmientana ; que pretende desde el sistema educativo lograr la imagen de ricos y pobres en el mismo banco de la escuela y recibiendo la misma educacíon.
Proceso de diversidad: Cuando en 1983, surgieron propuestas democratizadoras y participativas que plantearon con fuerza la necesidad de regimenes de convivencia mas tolerantes en las escuelas.
Proceso de fracoso escolar: En algunos partidos del conurbano bonaerense donde se habla de "docentes quemados" son quienes apostaron durante años a trabajar en escuelas de sectores urbanos-marginales y terminaron agotados , frustrados ,desalentados.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar ?
Rta.:No , porque igualar es el proceso que puede llevar a homogeneizar, pero que todo esto no significa la inclusion indistinta en una sociedad.
¿Esto hace a las constitucion de nuevas identidades , y cuales cree usted que pueden ser sus efectos ?¿por que?
Rta:La igualdad y la homogenidad pueden llevar a la constitucion de nuevas identidades , pero que estas sean buenas o malas para la formacíon de un sociedad mas justas, depende de mucho otros facatores. Los efectos puden ser una sociedad mas o menos tolerante de unos con otros de tal manera que permita el desarrollo humano digno de los que las componen .
¿Podrian identificar ejemlos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades?
Rta :La igualdad se volvio equivalente a la homogeeidad , a la inclusion indistinta den una identidad común que garantizaria la libertad y la prosperidad general .No solo se busca equiparar y nivelar a todos los ciudadadanos sino tambien se busco , muchas veces , que todos se condujeran de la misma manera , hablaran el mismo lenguaje , tubieran los mismos heroes y aprendieran las mismas ,identicas ,cosas .Esta forma de escolaridad fue considerada unterreno neutro "universal" que abrazaria por igual a todos lo habitanates ."Una nueva identidad".Aqui se planteo la resistecia de quienes persistian en afirmar su diversidad .Eso sucedio con las culturas indigenas , los gauchos , los pobres , los inmigrantes ,...etc, Las adhesiones a esta idea de educacion esta dada por su creador Sarmiento y otros miembros de su generacion.
Conclusion:
Esto significa que la escuala se creo con el objeto de impartir concocimiento a todos para que de esta forma se logre una sociedad mas justa que permita el desarrollo y convivencia de todos los sujetos que la componen .
La de la igualdad como principio constitutivo de la sociedad es uno de los principios de las republicas modernas.
Matias Aguilar 1° 2° -
No es lo mismo hablar de la igualdad planteada en la Revolución Francesa que el sostenido por la escuela sarmientina o el que surgió luego de la dictadura.
Pensar en sujetos iguales frente a la educación es un sin sentido, un imposible. Cada sujeto de aprendizaje trae consigo una identidad subjetiva que se formó en funciión de una historicidad que lo precede, una situación familiar, social y cultural que lo marcan y determinan.
La igualdad debe ser pensada en función de derechos y posibilidades que la educación brinda a estos sujetos que a partir de allí construirán sus propias posibilidades de ser y hacer.
Los términos igualdad, diversidad y fracaso escolar abarcan diversos aspectos: histórico, social, cultural, familiar, económico.
Desde lo histórico puede observarse como el término igualdad ya fue utilizado en la Revolución Francesa en la creación de las casas de igualdad. En nuestra historia con ejemplos como los reclamos de M. Sánchez en una cuestión que plantea una igualdad de género.
Desde lo social el concepto de igualdad se plantea en una forma de superar las diferencias de castas y jerarquías.
Sarmiento pretendía la igualda educativa que implicaba suavizar las diferencias económicas, sociales, culturales en una fusión de nociones y valores que todos debían abrazar pero qu de alguna forma resaltaba ya la existencia de jerarquías y exclusiones muy relacionados con los aspectos culturales, económicos, históricos y sociales.
Igualar y homogeneizar no son términos idénticos. El diccionario plantea que igualar es hacer que algo o alguien se uniforme o adquiere las características de otro. Homogeneizar es transformar en homogéneo una cosa compuesta de elementos diversos.
En educación la igualdad debe estar orientada al bojetivo final que inmplica ofrecer igualdad de oportunidades a los aprendientes para el acceso a los contenidos. Esto no incluye la idea de lograr sujetos iguales, sino de aceptar al sujeto en su diversidad e incorporarlo a un grupo que esté acorde a sus posibilidades y características para que desde ese ámbito homogéneo en su estructura, logre las adquisiciones que sus potencialidades le permiten.
El intento de igualar no hace a la constitución de nuevas identidades ya que éstas son el resultado de un desarrollo individual y subjetivo donde se conjugan la historia pripia de cada sujeto en un contexto familiar, social y cultura determinado y que será lo que le brinde los diferentes matices.
Esta identidad personal no desaparece, hace a la esencia del sujeto. Se puede adherir a una idea, perseguir una meta en conjunto, constituir un grupo con objetivos comunes que se identifiquen entre sí, pero eso no borra ni cambia la identidad personal.
No respetar las identidades personales en un intento de igualar puede resultar nocivo al sujeto mismo en tanto no se reconocen sus características esencialmente diferentes y se corre el riesgo de anular a la persona en pos de crear una identidad social o cultural que pretende homogeneizar a tal punto a sus integrantes, que los despersonaliza impidiendoles crecer en sus propias ideas y valores.
En cambio, si se respetan las similitudes existentes, en un grupo se puede pensar una identidad grupal, pero ésta necesariamente estará en armonía con los aspectos de las identidades personales de los sujetos que lo integren para poder sostenerse.
Existen muchos ejemplos de intentos de formación de nuevas identidades entre los más significativos puede encontrarse el caso de pueblos aborígenes que fueron sometidos por culturas supuestamente más avanzadas que lo que lograron fue borar su identidad cultural e histórica ofreciéndoles lo nuevo y moderno a detrimento de sus conocimientos, valores y creencias.
Otro ejemplo puede observarse en los adolescentes que se incorporan a grupos- ¨tribus urbanas¨- respondiendo a una identidad aparentemente común, que los despersonaliza despojándolos de sus convicciones y de su historicidad.
En la medida en que no se valore ni respete la identidad de cada sujeto, es imposible acceder a una nueva identidad positiva y valiosa, ya que desde un primer momento lo que se está haciendo es anular la identidad individual irrespetando la diversidad que esto implica dentro del contexto social y cultural en el que nos desarrollamos-
Lo que para algunos actores de las diferentes comunidades puede resultar positivo, produce en otros resistencias. Cada ejemplo debería ser evaluado de manera individual.
Conclusión: la diversidad aparece involucrando lo propio, individual y familiar, marcando la diferencia dentro de lo social, cultural y hasta pedagógico.
El poder sostener la propia identidad implica marcar una forma de diversidad en relación al contexto. Esto enriquece al otro y agrega matices al grupo de pertenencia. Pensar la igualdad entre los sujetos de aprendizaje es anular sus posibilidades y permitir que se instale la impronta del fracaso escolar, pues siempre habrá quien marque la divergencia en su desempeño respecto a lo que las jerarquías de excelencia escolar establecen como norma.
Pensar la igualdad en función de las posibilidades de acceso a la educación y el derecho a ser parte de este proceso, implica aceptar la diversidad y colocar a la Escuela en un lugar de privilegio, como sostén y apoyatuva vincular en el aprendizaje para acompañar el proceso o, por el contrario para desestimar esfuerzos y posibilidades y ensanchar la brecha entre lo que se puede y lo que se debe alcanzar en términos de competencias pedagógicas.
La atención recae sobre un conjunto de condiciones que involucran al sujeto, su contexto familiar, socio-cultural y económico, y la escuela que aceptando la diversidad ofrecerá igualdad de oportunidades procurando que el fracaso escolar no se instale.
LEAÑO José Luis -
¿Qué reflexiones les produce el artículo?
Todos estamos a favor de la igualdad, aunque no todos entendemos lo mismo. ¿Qué sería igualdad dar a todos lo mismo o lo que necesita de acuerdo a sus capacidades?
Reconocemos la IGUALDAD como principio constitutivo de la sociedad como república moderna, que no siempre ha cumplido pero actua como horizonte orientador de las practicas. La igualdad sigue siendo un valor fundamental para una sociedad más justa y más plena.
¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar?
Existe igualdad desde lo formal pero en la práctica aún nos falta (somos humanos)
Dentro de la diversidad encontramos situaciones críticas y desgarradoras que imposibilitan una buena experiencia educativa.
Erróneamente se califica a las diferencias como deficientes o déficit (o retraso no deseable). Se dice: Los diferentes son seres inferiores (indígenas, pobres , gauchos, etc).
Se culpa del fracaso escolar a los familiares como contexto que incapacita
Debemos de entender la Diversidad y crear una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades y el rechazo a todo tipo de discriminación, solo por el hecho de ser diferentes.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar
Igualar es el concepto aplicable a un trato similar a cada individuo, o compensar las diferencias (una discriminación positiva )
Mientras que el término homogeneizar se entiende, como si los individuos debieran actuar lo mismo (lo que implicaría sentir lo mismo), no reconociendo que son diferentes; por ej no todos pensamos lo mismo de la dictadura, algunos la añoran, otros no.
¿Esto hace a la constitución de nuevas identidades, y cuáles creen ustedes que pueden ser sus efectos? ¿Por qué?
Se busco que todos se condujeran de la misma manera. En el pasado la construcción no estaba exenta de jerarquías y exclusiones.
¿Podrían identificar ejemplos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades?
Las nuevas identidades son los que luchan desde sus desventajas para mejorar su situación romper la espiral de exclusión. Surgen cada día luchadores sociales que con mayor o menor auspicio del gobierno son antecedentes que nos dicen que si hay futuro.
Como conclusión: explicar, después de haber analizado el artículo, el sentido del título: La escuela y la Igualdad: renovar la apuesta. Fundamentar.
Primero cuidarnos de ser docentes quemados (los que apostaron durante años a trabajar en escuelas en sectores urbano-marginales y terminaron agotados, frustrados y desalentados). Recuperar la especificidad de la escuela
Vale la pena preparar a nuestros estudiantes para la tarea de renovar el mundo en común, que es propia de cada generación, como alguna vez lo definió la filósofa Hannah Arendt; es darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas para que puedan proceder a esa renovación;
No sin protegerlos en ese tiempo de preparación.
Ayudar a procesarlos desde lo intelectual y afectivamente ( por ej: recurriendo a la inteligencia emocional), y también establecer puentes con otras instituciones sociales que fortalezcan esa protección.
Considerarlos iguales es no renunciar a enseñar; es ENSEÑAR MEJOR, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios (desde la técnico y lo formal) y de culturas diferentes; es confiar en que ellos pueden pero que solos -sin nuestra enseñanza y nuestro deseo de que "sean alguien en la vida"- no pueden. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda.
José Luis LEAÑO
Tec. Mec.
María José Corimayo -
En el artículo se hace una cronología del concepto de igualdad que fue adquiriendo significados diferentes en los distintos contextos históricos de la Argentina. Es así que en la época de Sarmiento y de la Generación del 80, igualdad en el sistema educativo implicaba homogeneizar a los educandos, formando una identidad común (que se condujeran de la misma manera, tuvieran los mismos héroes, hablaran el mismo lenguaje, entre otras cosas). Todo lo diferente (culturas indígenas, gauchos, pobres, inmigrantes recién llegados, discapacitados) era concebido un peligro para la construcción de esa identidad.
Es a partir de 1983, que surgen nuevas propuestas democratizadoras y participativas. Ya comenzaba a valorarse al sujeto de aprendizaje como protagonista activo de la enseñanza.
A mediados de los 90 las políticas educativas apuntaban a atender la diversidad, partiendo del supuesto de que es necesario realizar una desigualación provisoria o un trato diferenciado para lograr más tarde una igualdad en el punto de llegada.
Actualmente el foco de atención está puesto en el porqué del fracaso escolar. Se realizan pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y nos encontramos frente a dos posturas:
Una -determinista sociológica- que dice que el fracaso escolar está dado por el contexto familiar del alumno o por la misma capacidad del alumno.
Otra -voluntarista- que considera que el fracaso del aprendizaje tiene su explicación en las carencias socio-económicas que padecen los alumnos.
Las autoras del artículo van a proponer una tercera postura frente a la temática del éxito o fracaso escolar: el despliegue de las condiciones para el éxito o el fracaso son un efecto de la relación de las características subjetivas y su historia de desarrollo. Que haya sujetos que pueden educarse depende de lo que hagamos con ellos en la escuela, no solo lo que haga la familia o la sociedad, depende de cómo los recibamos y los alojemos en una institución que los considere iguales. Iguales en el sentido de que tienen un lugar de pares en esa sociedad más justa que queremos.
En el texto se utilizan los conceptos igualar y homogeneizar, y la pregunta es: ¿significan la misma cosa?
A mi parecer no son lo mismo ya que igualar es ofrecer a todos los habitantes de la población, las mismas posibilidades de poder manifestar su cultura, sus valores, de tener las mismas posibilidades de acceder a una educación y vida dignas. Homogeneizar es un concepto que lo relaciono con la imposición de valores, cultura, etc., con masificación, y quien no acepte ésta imposición queda fuera del sistema.
Conclusión: tras explicar la evolución del concepto de igualdad, las autoras exponen su postura frente al tema. Renovar la apuesta significa considerar a los alumnos como iguales, darles las herramientas intelectuales, afectivas y políticas que permitan renovar el mundo que tenemos en común. Considerarlos iguales significa enseñar mejor, poniendo a los chicos en contacto con mundos a los que no accederían si no fuera por la escuela, a mundos de conocimientos, de lenguajes disciplinarios y de culturas diferentes, acompañándolos y protegiéndolos en ese proceso de formación, ya que de ellos depende el futuro de nuestra sociedad.
César H. Villalobo -
1º 1º
"La Escuela y la Igualdad : Renovar la Apuesta"
Autores: Inés Dussel Myriam Southwell
¿Qué reflexiones les produce el artículo?
La Igualdad es el concepto que las personas refuerzan y exigen permanentemente ya sea desde la posición humana simplemente, como también desde la posición de ciudadanos, los Derechos Humanos la Igualdad ante la Ley.
La homogeneización es el concepto que los gobernantes refuerzan y exigen, entendiéndose como gobernantes a quienes dirijen una sociedad, desde la sociedad global hasta las pequeñas sociedades o comunidades y actuando desde la perspectiva de la política, economía, sociología o la tecnología.
Los gobernantes redirijen y trastocan los esfuerzos en pos de la igualdad por parte de las personas y el resultado es que se llega a la homogeneización, dónde la igualdad se convierte en diversidad con pequeñas diferencias.
¿En qué aspectos de lo que el artículo describe pueden identificarse procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar?
Procesos de igualdad, cuando las personas reclaman en forma permanente a través de los años y logran, por ejemplo, la igualdad de género ante la Ley (el caso de Mariquita Sanchez de Thomson). Otro proceso de igualdad se puede identificar en el propósito de la escuela, que es considerar que las personas tienen iguales derechos a ser educados y a aprender.
Se identifican procesos de diversidad, en las políticas educativas de los años 90, con proclamas participativas y antiburocráticas. La premisa es atender a la diversidad.
La contraposición o tensiones de los conceptos de Igualdad y Diversidad proyectan sus efectos en el fracaso escolar. Por un lado se pretenden iguales resultados en la tarea educativa para asegurar que se logró una cierta efectividad, pero también al considerar la diversidad se encuentran diferencias o desigualdades que inducen a concluir que no se logró efectividad en la acción educativa. La diversidad hace que afloren preconceptos que ponen en duda la real capacidad, y más aún, ponen en duda el derecho a educarse de algunas personas a quienes se considera que son diferentes, ya sea por su condición social, económica, origen étnico, capacidades físicas diferentes, etc.
¿Igualar es lo mismo que homogeneizar?. Fundamentar
Igualar es el concepto aplicable a cada individuo, mientras que que el término homogeneizar es aplicable a un conjunto o universo de individuos, si los individuos son iguales o poco diferentes se obtiene un universo homogéneo.
Considerando la respuesta para la primera pregunta (¿Que reflexiones ?), se puede concluir que los individuos se esfuerzan por lograr igualdad en los diferentes aspectos de su interacción con su entorno. Los gobernantes en cambio redirijen tales esfuerzos para lograr una homogeneidad en determinados aspectos que les son convenientes. Por ejemplo, todas las personas tienen iguales derechos humanos, sin embargo dentro de cada sociedad, y luego de un proceso de homogeneización, tales derechos son aplicables solamente a ciertos grupos homogéneos compuesto de individuos con determinadas características para considerarlos iguales.
Desde otro punto de vista, para lograr una homogeneización, se busca igualar o minimizar las diferencias en determinados aspectos, por ejemplo, que los niños tanto ricos como pobres asistan a una misma escuela.
Para los gobernantes es necesario lograr una homogeneidad para que un régimen se sostenga en el tiempo, en la medida en que la ausencia de diferencias no provoquen roces o malestar entre los ciudadanos. El medio para lograr homogeneidad fué la Escuela, a través de la cuál se hizo la fusión de cultura, nación, futuro, en la construcción de algo en común.
¿Esto hace a la constitución de nuevas identidades, y cuáles creen ustedes que pueden ser sus efectos? ¿Por qué?
Según Sarlo Beatriz, la ciudadanía es una dimensión fundante de la identidad, ser ciudadano es el principio de identificación que puede traducir aspiraciones igualitarias.
Las aspiraciones igualitarias constituyen un proceso de igualdad que conllevan un proceso de homogeneización, que finalmente construyen una nueva identidad. En pos de la homogeneización y de la nueva identidad se provocan reacciones por parte de quienes persisten en mantener su diversidad.
¿Podrían identificar ejemplos de nuevas identidades y las adhesiones y resistencias que estas generan en diferentes actores y comunidades?
La instauración de un gobierno democrático y su sostenimiento, son factibles en cuanto se equiparan y nivelan sus ciudadanos. Se busca la construcción de una identidad Nacional, que implica incluir a una sociedad letrada, igualar e incluir a quienes están dispuestos a resignar su diversidad, o excluir a quienes pretenden luchar por su diversidad, es decir, sostener valores y tradiciones, como las comunidades indígenas.
Como conclusión: explicar, después de haber analizado el artículo, el sentido del título: La escuela y la Igualdad: renovar la apuesta. Fundamentar
Según reflexiona la autora, las capacidades de una persona, son el resultado de una construcción en el marco de una relación pedagógica. La institución Educativa que es la escuela es el medio para transmitir un saber. El transmitir debe pensarse como un acto de establecimiento de la igualdad. La Igualdad es el punto de partida, y la Institución Educativa, debe considerar iguales derechos a ser educados y a aprender. La institución de la Igualdad debe ser real, actual y efectiva. Se debe considerar a los niños y adolescentes, tan iguales que vale la pena depositar en ellos la confianza para realizar la tarea de renovar el mundo en comùn. Es volver a creer que hay lugar para ellos en este mundo, no por un acto caritativo o piadoso sino porque los creemos iguales, capaces, valiosos para nuestras vidas y para la sociedad toda.
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Agr. Correa Saravia Jorge -
Considero este artículo muy bueno para todos los docentes que alguna vez tengamos en nuestras aulas un niño o adolescente con capacidades diferentes, tratándolo con igualdad de condiciones que el resto del grupo clase. Ellos son iguales pero solos no pueden, necesitan del docente, de su apoyo de su paciencia y porque no de su cariño. Si todo eso no es posible incluir a un alumno con esas capacidades. Lo que disiento del artículo es el rol de la familia, ésta es la más importante y el trabajo en conjunto es beneficioso para el alumno.
Además la igualdad moderna se planteó superar las jerarquías de la sociedad actual, las cuales tienen los mismos derechos.
Desde cualquier óptica que miremos, lo que aprenden los chicos determina pronósticos acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y de esta forma en el futuro que se les augura.
Los procesos de igualdad, diversidad y fracaso escolar pueden identificarse en los siguientes aspectos:
Social
Histórico
Educativo
Familiar
Democrático
Institucional
En la Argentina, la propuesta de Sarmiento implicó una imagen de ricos y pobres en una misma escuela, recibiendo la misma educación. Todo esto fue motivo de orgullo de muchas generaciones
En la década de los ochenta la propuesta fue más suavizar las desigualdades, que construir una igualdad. Por ejemplo no solo darles un edificio amplio y con elegantes detalles a niños pobres los hace iguales, más esto lo que hace es suavizar las diferencias de clases sociales por el roce frecuente y la común educación, sino que también una condición de nuestra democracia que necesita un molde común de la escuela para formar la sociedad homogénea que haga posible el régimen representativo de gobierno.
La igualdad se volvió equivalente a la homogeneidad que garantizaría la libertad y prosperidad general.
La escuela hizo muchas cosas en pos de volver equivalentes la igualdad y la homogeneidad: fusionó las nociones de cultura, nación y futuro territorio en torno a la idea de nosotros, de algo en común; siempre que se adhieran a los valores que ellas consagraba.
Este consenso sobre la necesidad de pedagogías homogeneizantes como vía hacia la igualdad comenzó a quebrarse en épocas donde las marcas autoritarias se hicieron más visibles en la escuela.
Con la democracia como forma de gobierno en el año 1983 surgieron otras propuestas, que se caracterizaron por ser participativas y plantearon con más fuerza la necesidad de regimenes de convivencia más tolerantes en las escuelas. Con el constructivismo, como base, se empezó a valorar al sujeto de aprendizaje como protagonista de la enseñanza.
En la década de los noventa se evidencia una impugnación más notoria de la tradición sarmientina. Dando lugar a las políticas educativas a fortalecer la premisa atender a la diversidad, partiendo de que es necesario realizar un trato diferenciado, par lograr mas tarde una igualdad en el punto de llegada.
Refiriéndome al tema del fracaso escolar es muy importante el mirar de una u otra óptica determina el pronóstico acerca del éxito o fracaso en los aprendizajes y así el futuro que se les augura.
Frente a esta dimensión uno se pregunta cuáles son los alcances de nuestra acción como decentes y cuál es el impacto en el fracaso escolar. Todo esto se endurece mientras se visualiza las condiciones sociales y económicas de niños y jóvenes marginales, lo que imposibilita, muchas veces, la buena acción educativa.
En este caso muchas veces se instala la desigualdad por la poca capacidad del alumno o de su familia. En este caso se expande un cierto determinismo sociológico que cree que es poco lo que la escuela puede hacer en un contexto tan marcado por la desigualdad.
Frente a eso, hay otros que se inclinan por una visión más idealizada de la pobreza que a veces se mimetiza que se hace lo que se puede y con lo que hay y se recae en una propuesta voluntarista de ir a reparar injusticias más allá del límite de lo posible.-
Agr. Jorge Correa Saravia
Georgina Herrera -
A pesar de los derechos que a veces son tomados en cuenta, todavía vemos chicos que aprenden o tratan de aprender en situaciones no muy favorables, en donde vemos que son dejado de lado, y muchas veces esto nos lleva a un fracaso escolar, en donde no solo tiene la culpa el contexto social del niño (familia) si no que también tienen mucho que ver nuestros gobernantes.
Por otro lado quiero destacar que en la escuela Sarmientista, se lograba que el alumno tenga una cultura valiosa, en donde el niño era un niño sano, que tenía respeto por el docente y este era la mayor autoridad, cosa que hoy en día no vemos muy seguido
La diversidad, como sinónimo de desigualdad, me hace pensar que en todos los contextos sociales no hay una equidad donde uno pueda centrarse en un solo tema, ya que se necesita de un proceso donde se observe las características más puntuales para poder resolver esta problemática.
La diversidad, esta reflejada en aquellos niños que carecen de posibilidades para insertarse en diferentes ámbitos socioculturales y sobre todo en el ámbito educativo. Esto hace que el niño ya venga con una frustración personal, provocada por el vínculo familiar y es así donde aparece el fracaso escolar.
La homogeneidad, no es lo mismo que la igualdad, porque se trata de trabajar en un todo, buscando un resultado común que sea beneficioso. En cambio la igualdad lleva un proceso donde se busca adquirir características en donde se refleje la equidad entre los mismos conocimientos.
Si se plantea una política educativa en donde los conocimientos de los saberse sean adquiridos eficazmente se podría obtener mayor rendimiento y mejores propuestas teniendo en cuenta que la educación universal se adaptaría con mayor facilidad en todos los contextos sociocultural.
CONCLUCION
La ley de los derechos del niño de que reciba una educación, al ser declarada universal pone en manifiesto que debe ser defendida por todos los organismos en donde sea involucrada la negación de este derecho, promoviendo de una manera equitativa la redistribución igualitaria para que el niño reciba una educación libre y gratuita sin distinción y discriminación de los pequeños actores.
Adamo Jose Alberto -
1º 2º
La Escuela y la Igualdad: renovar la apuesta
En los escenarios educativos con nuevas características, de sujetos, alumnos cada vez más homogéneos. Con el mismo derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, etnia o religión exigen cada vez a la educación en general y a las instituciones educativas en particular, de dar respuesta y respeto a la diversidad. Hemos de entender la Diversidad como la concreción de una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades y el rechazo a todo tipo de discriminación.
Para garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades educativas es necesario que se reconozca la diversidad, ofreciendo a todos los alumnos condiciones de logro efectivo de sus aprendizajes, en un marco de equidad. Cada persona es diferente a las demás, posee particulares características que la distinguen del resto, pero comparten políticas, reglas, creencias, modos de expresarse y comunicarse.
La diversidad en la institución escolar, deberá considerar:
*La heterogeneidad de los grupos escolares, considerando sus diferencias sociales y culturales.
*Las diferencias individuales de los alumnos, especialmente en relación a los procesos de aprendizaje.
Un valor educativo con posibilidad de utilizar determinados procedimientos de enseñanza difícilmente viables en situaciones de alto grado de homogeneidad. Esta situación obliga a cambios radicales si finalmente se pretende que todos los alumnos, sin ningún tipo de discriminación, consigan el mayor desarrollo posible de sus capacidades personales, sociales, intelectuales y motoras. Se necesita una especial atención en el sentido de brindar prácticas diversas o alternativas en cuanto a la función compensadora de las desigualdades de origen, de tal forma que no se valore sobre todo la eficacia y el resultado sino que se ponga el acento en el propio proceso de enriquecimiento como experiencia humana de relación.
Hay que dejar claro que los dos términos tienen valores positivos si hablamos de diversidad personal y cultural y de igualdad social, política y económica. La diversidad hace referencia a las diferentes formas de sentir, pensar, vivir y convivir. La igualdad ha de entenderse como el disfrute de iguales derechos y posibilidades (legales y reales) que permiten la libertad práctica de optar y de decidir.
Se trata, atendiendo a las prioridades, de que todos los niños, niñas y jóvenes puedan ir a la escuela y reciban una educación de calidad; sin distinciones de ningún tipo. Son, entonces, problemas de acceso y equidad. Sabemos que no todos están en la misma posición de partida a la hora de acceder a la educación, pero creemos que estas diferencias pueden y deben compensarse. No es justo que el éxito en la escuela esté asociado con la cuna en que se nació.
El Estado está para igualar y redistribuir conocimientos, en ese sentido incluir es más que permitir el acceso universal; incluir no es homogeneizar. Una escuela no es buena sólo cuando la demanda está satisfecha o disminuyen sus niveles de conflicto, sino cuando los maestros enseñan y los alumnos aprenden en un marco de libertad.